El proyecto se llama "Going Bananas" si bien puede significa "Volverse loco" o "Recurriendo al plátano" y en el explica como recurrir a las cascaras del popular fruto para convertirlo en plástico sin usar derivados del petróleo. "El método que he diseñado es tan simple que prácticamente lo puede hacer uno en casa (algunos químicos son irritantes pero no realmente peligrosos). Todo el mundo puede usar ese plástico y nuestro bello planeta se ahorrará las consecuencias de la producción de plástico con derivados del petróleo, como la contaminación de aire, suelo y agua", asegura Elif Bilgin en su proyecto.
La joven investigadora hervía las cáscaras para luego mezclar la pasta con pequeñas cantidades de glicerina, sosa cáustica y ácido clorhídrico, pero el plástico resultante se descomponía al cabo de tres días, por lo que siguió investigando. Averiguó que colocando las cáscaras en una solución de disulfito de sodio, un antioxidante, antes de hervirlas, y ajustando las cantidades usadas, el plástico se mantenía inalterable y resistente. Un primer uso, señala Bilgin, podría ser como aislante para cables eléctricos, pero también servirá para prótesis médicas o estéticas, añade.
En una entrevista Bilgin afirmó que toma como modelo a Marie Curie, Premio Nobel de física y Química, por romper no sólo moldes científicos al investigar la radiactividad, sino también sociales y abrir nuevos caminos a las mujeres. El premio, aparte del dinero incluye un viaje en septiembre a las oficinas del gigante informático Google en California, donde Bilgin y otros jóvenes de todas partes del mundo competirán por el premio Google Science Fair, dotado con 100 mil dólares y diversas oportunidades de formación científica.
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